Casi un año sin acariciar la roca "riglera" era para nosotros demasiado tiempo........echábamos de menos los bolos, las panzas, el patio y las cervezas en el bar............
Mi propuesta era meternos en harina directamente, hacer una vía de tanteo para adaptar el coco al patio y así la siguiente visita hacer algo serio........quería probarme en "todo tiene fin" o el "espolón Arrabal"....pero por la materia gris de Chabi rondaba otra idea más "clásica". Ojeaba y hojeaba la nueva guía de escalada (muy recomendable) con avidez, diría yo que estaba en estado de trance. Sólo apartaba la mirada para dirigirla a las rutas que desde la ventana del bar se podían ver. Entre tanto Ángela, Isa y Karles ya habían decidido a donde ir. Yo, en la espera, me tomé hasta dos cafés con leche.......y realicé las correspondientes visitas al baño.

Su determinación me convenció y debo reconocer que también me apetecía "cacharrear" puesto que tiene su puntito en Riglos. Hubo dos anotaciones de la guía de escalada que me llamaron la atención, roca delicada y ruta con escasas repeticiones.
Ángela, Isa y Karles, se fueron al mallo Colorado, nosotros al Frechin. Bueno nos vemos luego para comer.........y nos despedimos hasta esa hora....

Con tacto y sin prisa fue ganado metros por la fisura. Vi que tardaba en meter seguros, que raro - pensé - Eh....tío .....mete algo que llevas ya más de diez metros!!! - le grité. Con su tranquilidad habitual me contestó que todo estaba muy roto. Más tarde colocó, para mi alivio, una "exprés" que resultó ser un seguro más psicológico que real (lazó una higuera no más recia que un pulgar).
Por la fisura se movió despacio, con calma, pero sin poner seguro alguno. En el reloj de la iglesia sonaron las campanadas que anunciaban el medio día. Tuve la impresión de que nos esperaba una jornada más larga de lo previsto. Por fin colocó dos "friends" unidos por una cinta debajo del primer bloque que cierra la fisura y que es la antesala de la primera reunión. Respiré aliviado sin hacer ningún comentario. Ahora la reunión -pensé-, pero no fue así, Chabi continuo una vez superado el paso.

Continuó por la fisura hasta que una repisa le guió hacia la izquierda. - Aquí veo un buril, pero tío aquí no monto la reunión, me vuelvo a la canal para ver si por encima del siguiente estrechamiento la puedo montar-. - Oyeee....-le grite- que sólo quedan uno ocho metros de cuerda -.

Era mi turno y casi eran las dos de la tarde. Intenté escalar lo más rápido posible pero después de tirar, con sólo mirarlos, algunos "bolos", vi que la velocidad no era una buena aliada. Cierto es que iba de segundo pero fueron unos metros delicados. Comprendí la lentitud de mi compañero, no era para menos. Supuse que pocas repeticiones y un invierno muy húmedo habían facilitado que la roca, como señala la guía, estuviera delicada, pienso que quizás en exceso.

Ángela, Isa y Karles ya habían dado cuenta de toda la comida, merienda y picoteo variado cuando llegamos.......menos mal que la cerveza es infinita y pudimos saciarnos a placer.
Satisfecho uno de nuestros instintos básicos (beber cerveza) y mientras pedíamos un bocadillo para que Chabi cumplimentara otro (comer), me dijo: - Master, hoy dos por una. "la canal de la rosaleda" porque hemos llegado hasta el inicio de "la vía del taco" y la "curru" porque hace tres años, si recuerdas, nos bajamos de la segunda reunión obligados por el mal tiempo.........no esta mal - pensé - mientras apuraba la segunda jarra.......
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